domingo, 16 de diciembre de 2007

La lluvia y más amantes de la mar

Pensando en lo que había escrito en mi cuaderno de bitácora aquel 20 de julio del 93 sobre el orbayu, la lluvia y el placer que se puede sentir con ella, en algunas buenas condiciones, me acordé de algunos comentarios a un post de la Amiga Atlántica titulado "Por fín llueve en Galicia". Haddock sostenía:
Mientras llueve me agrada la sensación de calma y sosiego de sentirme a resguardo, seco y acogedor, a bordo o en una casa y, especialmente, en el hogar que día y noche construyo con mi familia.
Es como escuchar los recuerdos de mi infancia en Gijón [ googleearth: 43º32'N + 5º40'W ]. Y también los días de niebla en que se podía escuchar el sonido intermitente de la sirena del faro de la Campa Torres [ googleearth: 43º34'N + 5º42'W ].

[ Faro de Cabo Torres ]

Pues años después, navegando con buen viento, en sitios bonitos, la lluvia aumentaba el placer de navegar y hacía que agradeciese aún más la taza de té que me subían mis amigos desde la cabina a la bañera en la que me estaba empapando. Pero ya lo contaré más adelante, porque fué ese mismo año 1993.

Quizás, los que hemos nacido a lado de la mar somos propensos a apreciar especialmente todo lo que tiene que ver con ella, como muestra la Amiga Atlantica en su blog "Una mirada a la Ría de Vigo", que por cierto acabo de releerlo enterándome que también le gusta regatear por la Ría de Vigo, de lo cual me alegro enormemente, por ella, primero, y después porque así podré disfrutar de sus comentarios sobre vela en la Ría.

Así que hay que añadir un nuevo grupo de amantes de la mar: los que viven y disfrutan en los límites de la tierra y el mar. Los costeros.

1 comentario:

  1. Hola, qué tal? te acabo de descubrir en la web, una blog estupendo, ahora estoy liada en el trabajo, pero luego te haré una visita con más tiempo.
    Gracias por dar a conocer mi blog!!!
    Un saludo desde un borrascoso día en la Ría,
    Mar

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