El mar, día a día. 23 de marzo.
Un viejo destino para un futuro totalmente nuevo. El antiguo rival de Cartago no cesa de renacer.
Una de las torres es azul y sus almenas se hallan iluminadas, pero su fuego se ha extinguido. Es la torre de Sainte Marie. La otra es de color rojo sangre, bien intenso, y señala la entrada del puerto de Marsellla. Sus balizas simbolizan el futuro de Massilia. César comparaba esta ciudad focense con Cartago, debido al poder de su ciudadela y a la importancia de su comercio. Veinte siglos más tarde, los marselleses han conservado esta herencia y continúan sacando sus frutos. Después de Rotterdam y Hamburgo, este puerto autónomo sigue siendo unos de los primeros de Europa. Plataformas giratorias de mercancías que transitan por el Mediterráneo, los muelles de Marsella ven pasar cada año cerca de 100 millones de toneladas de productos diversos. Los viejos barrios de la Joliette, Saint Charles, Porte d'Aix, Belle de Mai y Saint Jean ya no se duermen en los laureles. Constituyen el corazón del proyecto euromediterráneo que pretende hacer de este campeón de los puertos franceses un polo logístico y tecnológico modélico para el tercer milenio.
[ Vieux port, Marseille, France, 2006 ]
[ Fotógrafo: Benacquista ]
[ Fotógrafo: Benacquista ]
- - - fin del día 23 de marzo - - -
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