El mar, día a día. 8 de febrero.
Lorient. La flota de los atuneros de Groix se consume en el estuario de Blavet al ritmo de las mareas.
Decenas de pecios reposan en el cementerio marino de Kerhervy, metidos en el hueco del último meandro donde languidece el río Blavet antes de su embocadura en el Scorff, en Lorient. Los más antiguos, los de los atuneros venidos de la isla de Groix, a algunas millas en alta mar, yacen en esta rada desde los años 20, y se hunden inexorablemente en el cieno. L'Ouragan, un bou de Port-Louis, llegó el último, en enero de 2001. Se unió, para fondear por última vez, a los dundes embarrancados en el estuario del Blavet, de encanto intemporal. Muchos barcos surcan los mares del globo sin conocer la edad de retiro. Las naves de más de 15 años representan el 40% de la flota mundial, pero totalizan el 80 de los naufragios accidentales. La edad, sin embargo, no es una causa determinante: los barcos más antiguos son, sobre todo, aquellos en los cuales el armador quiere ahorrar, tanto en el material como en la tripulación (condiciones de vida y de trabajo, formación...). Así que el 80% de los naufragios proceden de errores humanos.
[ Kerhervy - Lorient Cimitiere des Bateaux ]
[ Fotógrafo: kaibuehler ]
[ Fotógrafo: kaibuehler ]
- - - fin del día 8 de febrero - - -
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