El mar, día a día. 28 de febrero.
Santa Lucía, en el Caribe. ¡Todo lo del cocotero es bueno!.
Esbeltas palmeras que alcanzan los treinta metros de altura, los cocoteros están a sus anchas en las latitudes tropicales. Símbolo de las playas exóticas, constituye una fuente preciosa para la población, especialmente en las islas donde las materias primas escasean. As¡, las largas hojas del cocotero se trenzan para hacer esteras, sombreros, paneras, nasas de pesca e incluso el techo de las casas. Los troncos permiten construir paredes «resistentes» y también se obtienen objetos habituales de su madera: muebles, herramientas, vajilla... En cuanto a los frutos, claro está que se comen. El agua que contiene esta nuez es muy refrescante y sabrosa. La leche que se extrae del prensado de la pulpa del coco, se utiliza en la cocina, desde la India al Caribe. El aceite que se obtiene del fruto ha encontrado múltiples usos en la cultura insular. En Polinesia, por ejemplo, el aceite de coco se perfuma con la flor de tiaré -el amancayo- y se le llama «monoi»; desde siempre los tahitianos, se untan el cabello y la piel con este aceite.
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[ Fotógrafo: joeybazz9966 ]
[ Fotógrafo: joeybazz9966 ]
- - - fin del día 28 de febrero - - -
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