El mar, día a día. 3 de noviembre.
Golfo de Morbihan. A mitad de la marea, los ostricultores dan la vuelta a las bolsas de ostras o mueven los viveros.
El hombre descubrió en la prehistoria el gusto sabroso de las ostras, como ponen de manifiesto las conchas encontradas en las excavaciones arqueológicas, pero su cría data del siglo XIX. A principios de verano, las ostras ponen de 1 a 3 millones de huevos cada una. Esta fertilidad desmesurada es, sin embargo, prudente, porque los depredadores y las duras condiciones naturales diezman esta abundante progenie. El productor de ostras proporciona a las ostras jóvenes supervivientes un primer soporte para fijarse. Allí permanecen entre 6 meses y 1 año, y después pasan a los viveros donde crecen en bolsas de rejilla durante dos años. Y de aquí, todavía vivas, a los platos de los gourmets. Los productores de ostras trabajan minuciosamente y vigilan de cerca el crecimiento y el buen estado de estos moluscos durante una media de 3 años. En esta excepcional fotografía conseguida en un instante fugaz después de meses de espera, con la altura adecuada de la marea y la luz requerida, se puede ver a los productores de ostras trabajando en los viveros.
[ Un parc ostréicole dans le golfe du Morbihan ]
[ Fotógrafo: Philip Plisson ]
[ Fotógrafo: Philip Plisson ]
- - - fin del día 3 de noviembre - - -
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