El mar, día a día. 21 de septiembre.
Considerado actualmente como un monumento histórico, el Belem disfruta de un trato especial. Tan sólo tiene un siglo de vida y todavía le quedan muchas millas por recorrer.
El último velero de tres palos francés sigue siendo fogoso y activo a pesar de su edad. Construido en Nantes en 1896, el Belem se utilizó en un principio para el transporte de cacao. Fiel a los encuentros de veleros antiguos, honra con su presencia a todos los que se celebran en Ruán y Brest. Cuando no está acaparado por la vida mundana, navega con alumnos que quieren iniciarse en la vela tradicional a bordo del último superviviente de la flota de los grandes veleros comerciales franceses. Este potente tres palos con un faro cuadrado de acero tiene 58 m de eslora. Su aparejo iza 22 velas (entre velas cuadras y velas de estay) distribuidas entre el palo de trinquete, en la parte de proa, el palo mayor (de 34 m de altura) en el centro, y el palo de mesana, en la parte de popa. Cuando el tiempo es bueno, hacen falta de 30 a 40 minutos para izar todo el velamen, y hasta una hora para plegarlo. La virada completa, una maniobra que se realiza para cambiar de rumbo, dura cerca de 20 minutos. Embarcarse como aprendiz de marino en el Belem no deja mucho tiempo para el descanso.
[ French tall ship Belem, off the west coast of Co. Galway, Ireland ]
[ Fotógrafo: Michael Gaffney 2027 ]
[ Fotógrafo: Michael Gaffney 2027 ]
- - - fin del día 21 de septiembre - - -
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