El mar, día a día. 25 de mayo.
Tahití. Este surfista de la playa de Taravao sale entre la espuma de la orilla después de haber experimentado con el mar.
El capitán James Cook, al regresar de uno de sus viajes de exploración por el Pacífico, fue el que describió por primera vez el surf. En la narración del descubrimiento de las islas Sandwich (actualmente Hawai) en 1778, habla de una práctica indígena festiva consistente en mantener el equilibrio entre el oleaje sobre una larga plancha de madera. Este ritual se convirtió mucho más tarde en un auténtico deporte, que tuvo un auge excepcional en los años sesenta en California, donde el surf se convirtió en un arte de vivir, antes de hacerse muy popular en Brasil en los ochenta. Los surfistas de Hawai hicieron adeptos desde las islas Fidji hasta la costa vasca francesa, desde el archipiélago indonesio a Sudáfrica, y en todos los lugares del planeta llamados «spots», donde las olas tuberas son lo bastante grandes para que puedan lanzarse debajo de ellas. Tahití, en Polinesia, no va a la zaga. Sin embargo, el surf no puede practicarlo todo el mundo, como pone de relieve este joven surfista de semblante abatido: la violencia de una ola acaba de partir su plancha en dos.
[ puniaauia 0030 ]
[ Fotógrafo: itzamnavacmitun ]
[ Fotógrafo: itzamnavacmitun ]
- - - fin del día 25 de mayo - - -
Hasta ahora no me había fijado en la forma de la isla de Tahití. Está formada por dos partes de origen volcánico unidas por el itsmo de Taravao, que Plisson cita en su entrada y foto.
La foto de más arriba no está tomada en Taravao, sino que por el título que le ha puesto su autor, sería más bien de Punaauia, que podría significar la hoguera de Puna, según apuntan en la Wikipedia. Por cierto, no he corregido el título de la foto a la que le sobre una "i".
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