El otro día tuve la suerte de
recalar en
una de mis ciudades favoritas:
Venecia. Cuanto más la conozco, más me gusta. No hay coches, ni calles. Sólo
agua,
islas e
islas en el interior de islas. Pero de eso hablaré en otra
entrada.
Por otra parte, desde que me enteré de que
Corto Maltés había fabulado en
Venecia, no me separo del libro de sus relatos: la
Venecia Secreta. Eso, añadido a una
visión marinera, me hizo fijarme en
la casa de los Caboto.
[ Casa de los Caboto ]
[ Fuente: La Venecia Secreta de Corto Maltés ]
Sostiene
Corto que:
encontraremos una restaurada construcción del siglo V, que se nos presenta como la proa de una nave presta a partir para quién sabe a qué destino. No es ninguna casualidad: se trata de la morada en que vivieron los navegantes Giovanni y Sebastiano Caboto.
No me queda más remedio que
comprobarlo en detalle, y dejar constancia.
[ Fotógrafo: naveganteglenan ]
En
Panoramio encuentro una vista georreferenciada, que muestra la
casa-nave. Con la
Vía Garibaldi a
estribor, y con los jardines de la
Biennale a
babor.
Tengo que confesar mi inmensa ignorancia. No conocía a los
Caboto. Escucho con atención a
Corto.
El padre, Giovanni, al servicio del rey de Inglaterra, trazó una ruta más septentrional que la de Cristobal Colón, que llevó a descubrir Canadá, donde, junto a la bandera inglesa, plantó la enseña de San Marco.
Giovanni Caboto murió al regreso de aquel viaje, pero su hijo Sebastiano, que siempre le había seguido en sus viajes alrededor del mundo, continuó explorando las rutas desconocidas de la América meridional, convirtiéndose en el instaurador del paso hacia el nordeste.
La curiosidad me lleva a
surfear por la
Wikipedia. Primero
Giovanni. Parece ser que no tuvo mucho éxito en
España, cuyos reyes ya habían apostado por
Colón. Y se fué a
Inglaterra, en donde tuvo más suerte, y se le llegó a conocer como
John Cabot.
En año 1497
zarpó de
Bristol y puso
rumbo al noroeste (en lugar de
buscar los alísios, allá por las
Canarias, como había hecho
Colón años antes). Y, el 24 de junio, descubrió
Terranova, creyendo haber llegado a
Cipango... no pasa nada,
Cristobal Colón había creido algo parecido
:-)
Parece ser que hay incertidumbre sobre el sitio preciso de su
desembarco. Oficialmente llegó a
Bonavista, en la misma
Terranova... al lado de
Saint-Pierre-et-Miquelon. ¿
Quién me lo iba a decir :-?
Pero bien podría haber puesto pié en la
isla de Cabo Bretón. Muy cerquita de la
isla de Sable: ¿
Tabarly tras los pasos de Giovanni Caboto?
Vaya, vaya, hasta he descubierto que el
amigo navegante tiene un
estrecho:
Cabot Strait. Entre
Terranova y la
isla de Cap-Breton. Por cierto, he visto que es una
isla por sólo unos kilometritos de agua :-)
La historia del hijo,
Sebastián Caboto, tampoco deja indiferente a los
navegantes. Eso sí, mucho más variada. Parece ser que, además de
comenzar a nevegar, con su padre
Giovanni, por los
mares del norte, anduvo por
Argentina, en donde hay un pueblecito
Puerto Gaboto, y hasta estuvo deportado en
Orán :-(
Pero lo más curioso es que, en sus últimos años,
Sebastián se juntó con
Richard Chancellor, en la
extraña empresa de llegar a
Cipango por el
noreste. Quien dice
Chancellor dice
Cabo Norte. Quien dice
Cabo Norte dice
Hudson. Quien dice
Cabo Norte dice, por qué no,
Hurtigruten. Vamos, ¡
que el mundo es un pañuelo!
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