Para
volver un poco a la normalidad he releido las 4
bitácoras de
mi crucero del 91.
El la marcada como del
11 de agosto ya había expuesto
mis dudas respecto a la fecha:
Pues entonces, supongo que hacia el 13 de agosto, al final de la tarde, debimos continuar nuestra travesía. Eso lo recuerdo bien. Pasamos a unas 5 millas de Les Sables-d'Olonne.
He decidido hacer un repaso (senti)mental de dicha
singladura, suponiendo que las
bitácoras del
6,
7 y
10 de agosto son correctas. Si mi memoria no me falla podría haber sido el siguiente calendario:
Cuadra el fin de semana inicial: llegada el viernes por la noche a
La Coruña. El sábado 3 conoceríamos a los
tripulantes y al
monitor, para luego
avituallarnos para la quincena que nos esperaba.
El domingo 4 saldríamos por la mañana en dirección a
Finisterre. Recuerdo que llegamos al final de la tarde. Lo que me permitió sacar alguna foto de los acantilados impresionantes, aún con bien tiempo, cercanos al pueblo de
Finisterre. Al día siguiente
a dormir cerca de Malpica, y el martes 6 de agosto, hasta
Cedeira, que ya está contado en la correspondiente
bitácora.
El miércoles 7, de
Cedeira a
Cariño, lo recordé en la
bitácora del 7 de agosto. Lo que no cuento es que
hicimos una navegación nocturna, para llegar
de madrugada a
Cudillero. Visita del
precioso pueblecito asturiano por
la mañana del jueves 8. A continuación navegacion hasta
Luanco,
sidrina y
después
llegada gozosa a
Gijón, al final de la tarde. Allí seguro que
dormimos una noche, pero no voy a entrar en detalles.
Sobre el viernes 8, lo que sí puedo decir es que hice una reparación de fortuna del
receptor de la antena del GPS, con un soldador de estaño que me pude agenciar. Después, y habiendo repostado gasóleo,
zarpamos hacia las 2 de la tarde rumbo a
Saint-Martin-de-Ré, a donde llegamos de madrugada, hacia las 8, después de
90 horas de navegación, a vela y cuando no había viento, a motor (el famoso
Iron Spinnaker del querido
Jonathan).
Ya he mencionado un poco sobre la travesía en la
bitácora del
10 de agosto,
sobre la estrellita. En general
poco viento, pero nos ocurrió un percance que no he reflejado en ninguna
bitácora, porque estaba aún comenzando esa (buena) costumbre. Y es que una de las últimas noches, y posiblemente la del 11 al 12,
estuve al timón con viento flojo. Al amanecer me fui a dormir, bastante cansado ya que era mi primera gran
travesía de alta mar. Me desperté sobresaltado por un
gran ruido en cubierta, amplificado en el interior del
crucero. Era ya de día. Salgo rápidamente y ¿qué veo
en medio de la mar océana? A mis compañeros
inflando el anexo, y uno de ellos, creo que se llamaba
Bruno,
en traje de baño,
temblando.
Lo que había ocurrido era que poco después de terminar
mi turno, ya dormido, debió
desaparecer el poco viento que soplaba y habían decidido
poner en marcha en motor, para
ganar millas, ya que el monitor tenía cita con una amiga en
Saint-Martin-de-Ré, y no se podía permitir llegar con retraso. Parece ser que después de un tiempo de uso ocurrió algo (no tan) increible.
Se paró el motor. Una vez analizado el incidente se dieron cuenta de que había una
red enredada en la zona de la hélice del motor:
una red en medio del Golfo de Vizcaya. Posiblemente algún
pesquero desaprensivo habría decidido cortar alguna de sus redes y
dejarla a la deriva.
El monitor no encontró otra solución que
bucear y con una navaja intentar liberar la hélice. Decidieron que el más joven,
Bruno, alrededor de 20 años y recien terminado su paso por el ejército, sería el más apropiado para la tarea.
Bruno es el que aparece en la
foto en un café del puerto de
Saint-Martin-de-Ré, que ahora he marcado con un círculo naranja.
[ Tripulación en San Martín de Ré más una menos Vitto ]
[ Fotógrafo: naveganteglenan ]
Parece ser que ya había
bajado a pulmón libre 2 o 3 veces, y no había conseguido liberar la hélice. El agua estaba fría y pensaron que lo mejor era
inflar el anexo para que pudiese descansar fuera del agua cuando fuese necesario. Y ahí me despertaron los ruidos. Algunos intentos más, y nuestro héroe
Bruno consiguió cortar los hilos de la red que se habían enrollado en el eje de la hélice y la habían atascado. ¡Qué suerte tuvimos! porque por lo menos estábamos a unas 20 horas de la costa.
No hubo más incidencias y lo siguiente que recuerdo es la llegada a la
isla de Ré, al
puerto de
Sain-Martin-de-Ré.
A falta de más
bitácoras, creo recordar que posteriormente hicimos una
navegación nocturna hasta la
isla de Houat. Desde ahí hicimos una visitita a la
isla de Belle-Île, al
puerto de Sauzon.
[ Fuente: Google Maps ]
De ahí al querido
Archipiélago de Glénan, al que llegamos con
una nueva pequeña incidencia. Al amanecer, ya cerca del archipiélago,
se vuelve a desconectar la antena del GPS que yo había soldado como había podido en
Gijón. Vagamente recuerdo que calculamos nuestra posición como pudimos y continuamos la
navegación a la estima.
Menos mal que no se estropeó en medio del
Golfo, porque al final, y aunque estábamos en un
curso de Glénans, utilizamos demasiado el GPS
:-)
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