[ Les balises, Saint-Briac ]
[ Pintor: Paul Signac ]
[ Pintor: Paul Signac ]
El mar, día a día. 10 de octubre.
Saint-Briac. En el corazón de la Costa Esmeralda, este antiguo puerto de pesca respira al ritmo de las mareas y nos ofrece dos espectáculos diarios.
Con sus fondos de arena blanca y sus aguas de reflejos esmeraldinos, la Costa Esmeralda no ha usurpado su nombre. Entre Saint-Malo y el cabo Fréhel, el litoral de las Costas de Armor se repliega hacia el interior de la tierra dibujando una bahía resguardada donde anida Saint-Briac. Abrigo secular de pescadores y marinos, la bahía de Saint-Briac conserva el encanto refinado de los balnearios de principios del siglo XX; amarrado a una de las 700 boyas de su puerto deportivo, siempre es un placer dejarse mecer por el mar. El paisaje animado y mágico de este remanso de paz atrajo la atención de muchos pintores del finales del siglo XIX, inspirando en particular a Renoir y a Signac. Los islotes y escollos diseminados por la bahía surgen o desaparecen según la hora del día. Este trozo de costa irreal sólo se paraliza durante el breve período en el que la pleamar o la bajamar permanece estacionaria. Sin embargo, la apacible pleamar es únicamente una tregua efímera. Hay que desconfiar del agua que duerme.
[ Bretagne - Saint Briac (region de Dinard) ]
[ Fotógrafo: Patrick-Alain Prouteau ]
[ Fotógrafo: Patrick-Alain Prouteau ]
- - - fin del día 10 de octubre - - -
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