Lo que no me había dado cuenta en aquellos momentos es que se encuentra a sólo unas 20 millas de Auckland. Seguro que los navegantes de la bahía de Auckland hacen alguna que otra escapada a la playa de Kare Kare para hacer windsuf :-)
El mar, día a día. 18 de octubre.
Nueva Zelanda. Un cielo nublado se refleja sobre la arena desierta de una playa en bajamar.
Con sus 600 kilómetros de costas repartidos en dos grandes islas, así como una multitud de pequeños islotes, Nueva Zelanda mantiene unas relaciones privilegiadas con el mar de Tasmania por un lado, y con el océano Pacífico por otro. Con este clima tan benigno, que no conoce ni grandes fríos ni calores extremos, los neozelandeses amantes de los deportes y de la aventura disfrutan de un terreno de juego tan variado como impresionante. Los herederos de las culturas maorí y anglófona se lanzan a menudo al descubrimiento de pequeñas calas idílicas donde una vegetación exuberante alterna con los acantilados antes de sumergirse en el mar. Por otro lado, tanto los ríos extraños, que se precipitan hacia el océano, como sus estuarios, tienen unas aguas de color anaranjado, debido a los taninos procedentes del sustrato y por cuyo motivo los maoríes los llamen ríos de té. Algunos son verdaderas fuentes calientes que se vierten y se evaporan en el océano.
[ Karekare Beach III ]
[ Fotógrafo: Vangelis F. ]
[ Fotógrafo: Vangelis F. ]
- - - fin del día 18 de octubre - - -
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