El mar, día a día. 20 de julio.
Casablanca, «la blanca». Bajo el minarete más alto de África, las antenas parabólicas captan la voz de las estrellas.
Cada mañana, los habitantes de Casablanca se despiertan con la llamada del almuecín. Las alabanzas de Alá y Mahoma, el profeta de Medina, llueven sobre la ciudad del faro de Marruecos. Poco después, los televisores se pondrán en marcha en las casas cuadradas. Las antenas parabólicas, que de un tiempo a esta parte han proliferado a los pies de la mezquita, captan las voces de las estrellas y cantan las mil lenguas del mundo. La cultura ancestral marroquí, la tradición musulmana y la modernidad se codean en las calles de Casablanca. La ciudad más próspera del país, cuyo crecimiento no cesa de sorprender a las estadísticas, concentra el 60% de las empresas y absorbe el 30% del consumo eléctrico de Marruecos. Su puerto, protegido por el interminable rompeolas Mouley Youseef -de tres kilómetros de largo- es el cuarto de África, mientras que su aeropuerto es uno de los más dinámicos del continente.
[ La Mosquée et la Mer ]
[ Fotógrafo: nickaroundtheworld ]
[ Fotógrafo: nickaroundtheworld ]
- - - fin del día 20 de julio - - -
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