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martes, 1 de julio de 2008

Aigues-Mortes en la Camarga

De vuelta al Mediterráneo: faro Faraman, Sète, el Marseillan y hoy Aigues-Mortes [ googleearth: 43º34'N + 4º11'E ]. Por cierto, esta ciudad fortificada está tierra adentro y para llegar a ella hay que navegar por un canal, que comienza en el Grau-du-Roi (próximo al Canal-du-Midi), y que está señalizado por un bonito faro enmedio de la entrada. Por supuesto, está en el Catálogo. No faltaría más. Por cierto, comenta que ha sido sustituido por el faro de la Espiguette, en 1851 :-)


[ Le Grau-du-Roi_Phare ]

[ Fotógrafo: nicoflock ]


Definitivamente, la Camarga es otro de los sitios a los que tengo que ir a nevegar en plan tranquilo. Aunque, como ya he comentado, la foto de mi perfil está hecha durante ese crucero por el Marseillan :-)



El mar, día a día. 1 de julio.

Aigues-Mortes. La ciudadela hundida en tierras de la Camarga impone los fulgores de su glorioso pasado.

Ese cuadrilátero fortificado que parece querer escapar a la tierra ha conocido una historia atormentada. Aigues-Mortes, la bella ciudadela, debe su nombre a las «aguas muertas», lagunas y marismas que la rodean. En el siglo XIII, San Luis decidió construir un puerto en estos lugares a fin de abrir una vía hacia el Mediterráneo, ya que Marsella estaba entonces en manos del enemigo. La sal de las salinas, enorme riqueza en la época, sirvió para fijar una población poco motivada por la idea de ocupar aquellas tierras insalubres e inhóspitas. San Luis, por tanto, hizo construir canales y diques a fin de acceder al Mediterráneo, que no hacía más que rozar aquellos parajes. Hoy en día, Aigues-Mortes conserva las hechuras de su grandeza y ya está anclada al Mediterráneo, ese mar que ha adoptado. En primer plano se dibuja la Torre de Constance, que en otras circunstancias albergó la miseria de ilustres prisioneros (sobre todo las mujeres protestantes) en sus calabozos propensos a la enfermedad, la humedad y el frío. La ciudad de Aigues-Mortes no carece de encanto, hundida en las tierras de la Camarga. Respira salinas y viento marino, sus embarcaciones en alineación estudiada, testigo todavía de esa voluntad de querer ser alta mar y desembarazarse de sus ciénagas.



- - - fin del día 1 de julio - - -


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